El año 1957 había finalizado con inconformidad en los partidos políticos y la fuerza militar de Venezuela. El plebiscito que prolongó el poder de Marco Pérez Jiménez, cambios continuos en el gabinete, entre otros acontecimientos, acumularon la ira contra el régimen militar. La huelga general del 21 de enero de 1958, movilizada por la coalición de partidos políticos “Junta Patriótica”, marcó los últimos días de Jiménez en el poder.
La lucha de estudiantes, empresarios y el pueblo en general prestó apoyo a los militares que aspiraban el fin de la dictadura. De este modo, el 23 de enero de 1958 significó un autentico levantamiento cívico-militar en el que triunfó la unidad del pueblo hecho armas.
“Al conocerse la noticia del derrocamiento, el pueblo se lanzó a la calle, saqueando las casas de los adeptos al régimen; atacando la sede de la Seguridad Nacional y linchando a algunos funcionarios”, reseña el portal Venezuelatuya.com. Jiménez logró huir a República Dominicana en la Vaca Sagrada, como era llamado el avión presidencial.