Vargas: estado piloto por la Paz y la Vida

02/07/13.- Cerca de las 12 del mediodía comenzó el recorrido en una de las barriadas de Naiguatá. En pocos minutos se concentró un grupo de “aliados” (no menos de cinco hombres con expresión de seguridad y resguardo que fungen de escoltas) junto al secretario de Seguridad Ciudadana del estado, Andrés Goncálvez, dispuesto con ellos a dirigir la visita a una de las barriadas del lugar.

El camino improvisado de tierra y arbustos los llevó a la cancha que, contó Goncálvez, fue recuperada (pintura y limpieza) por jóvenes armados ilegalmente pertenecientes al sector.

“Ellos, voluntariamente, decidieron deponer sus armas, entregarnoslas e involucrarse de forma responsable con el Movimiento por la Paz y la Vida que estamos impulsando”, siguió relatando.

La exigente subida deja en claro las capacidades físicas de quienes allí habitan. Algunos vecinos salieron y otros se asomaron: unos a saludar y otros a verificar los caminantes de la zona.

Goncálvez, al mando, saludaba a todos, preguntando: “¿Cómo está la cosa por aquí?” y todos respondían: “Todo muy bien, compa”.

El lugar luce tranquilo. Los niños juegan pisé sobre las escaleras de concreto viejo y los abuelitos están en sus mecedoras.

Un poco más arriba, en la punta de la loma, ya se visualiza la cancha rehabilitada por los “bielandros” de Naiguatá. En su entrada, pintado en las paredes con letras de colores se asoma la bienvenida: “Desarmando la violencia, anótate por la paz”.

En el interior del espacio deportivo, el líder secretario explicó: “Atendiendo al llamado de nuestro presidente Nicolás Maduro y a las políticas de Estado para el desarme, hacia una Venezuela libre de violencia, quisimos comenzar a trabajar en esta zona piloto”.

Contó que Caraballeda, Carayaca y Catia La Mar también son sectores priorizados por la Policía de Vargas, la Guardia Nacional Bolivariana y su despacho, quienes trabajan como una sola brigada para ser garantes de la seguridad, el resguardo y el buen vivir de los varguenses.

NEGOCIACIÓN EXITOSA

Leonel Izaguirre perteneció a una banda delictiva que operaba en Vargas. Él fue la primera persona proveniente del hampa organizada en tomar la iniciativa de involucrarse en el movimiento y difundir el llamado entre líderes de otros grupos delictivos del litoral central.

“Izaguirre es un joven valiente y promotor del desarme. Él, después de muchas conversaciones, tomó la desición de apoyar la Misión A Toda Vida Venezuela y hacerse eco, entre bandas, de la entrega de armas voluntarias. Gracias a su incorporación se han entregado 17 armas y dos granadas por parte de jóvenes dedicados al hurto en Caraballeda y Naiguatá”, celebró desde la cancha recuperada Goncálvez.

Aseguró que desde el inicio del plan piloto (mes y medio aproximadamente), los índices de robos y homicidios han disminuido, en esta y otras barriadas detectadas.

EL ROSTRO DE LA ALIANZA

No pasó mucho tiempo para que los voluntarios mostraran sin miedo el rostro de la alianza.

Se fueron sumando a la conversación graneaditos, supervisando la intención de los no conocidos en el grupo.

Vestidos con franelillas y shorts saludaron a Goncálvez y fue cuando se observó en ellos una sensación de seguridad y calma.

“Hola compa, buen día, ¿cómo estamos por aquí?”, dijo el secretario en forma de saludo. Así los jóvenes que han entregado armas de forma voluntaria fueron expresando sus voluntades:

“Yo me convertí en voluntario porque no quiero saber más nunca de la violencia y tampoco ser quien la haga. Así como lo dijo nuestro presidente Nicolás Maduro, todos podemos convertirnos en mejores personas”, señaló el primero de ellos espontáneamente.

El resto del grupo le siguió: “Yo, por mi parte, soy voluntario porque además de querer ser otra persona necesito las oportunidades que el sistema me brinda, como lo son estudios, trabajo y una vida digna”, dijo.

Otro joven reiteró: “Aquí en Naiguatá nos sumamos al movimiento. Queremos unirnos y erradicar la violencia en toda la parroquia. Continuaremos trabajando por ello”, exhortó.

De esta forma se abrió el diálogo y el grupo de “bielandros” selló con palabras el compromiso de defender la paz del país y la de un mundo sin armas.

“Nuestra intención es ser la voz de los que callan y conocer sus necesidades, siempre concientes de sus condiciones y estilos de vida. Estamos para que ustedes se recompongan y sean ciudadanos pujantes de nuestra sociedad”, recalcó Goncálvez en el mensaje.

También en su intervención, les destacó: “Aún esperamos por más voluntarios, pues este es el comienzo de un movimiento histórico de integración por la no violencia y son ustedes nuestros protagonistas en el llamado”.

Con varios estrechamientos de manos la visita llegó a su fin. Los muchachos se fueron retirando uno a uno. Ofrecieron bebidas refrescantes y entre chistes, despidieron a Goncálvez, quien con semblante enérgico, se retiró.

“Tenemos un arduo trabajo por delante, pero estos primeros pasos son fundamentales. Nuestra confianza plena está en la Revolución Bolivariana, en la Misión A Toda Vida Venezuela y en el Movimiento por la Paz y la Vida”, refirió al pie de la montaña.

Misión A Toda Vida

La Gran Misión A Toda Vida Venezuela es una política pública integral de Estado, que apunta a disminuir las situaciones vinculadas al delito, faltas, accidentes viales, desastres o emergencias, para que toda la población venezolana pueda disfrutar sus derechos en un ámbito pacífico.

Esto se logra modificando las condiciones estructurales, como la violencia en los hogares; las situacionales, como la posesión de armas de fuego; y las institucionales, como la situaciones de los cuerpos policiales. Para su desarrollo trabajan en conjunto varias instituciones y órganos del Poder Público. Busca prevenir el delito, estimulando la organización y movilización popular, para generar ambientes libres de miedo que faciliten el ejercicio de los derechos en seis vértices, 29 líneas estratégicas y 117 acciones programáticas.

Ley para el desarme

La Ley para el Control de Armas, Municiones y Desarme fue propuesta por el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, durante la presentación de la Memoria y Cuenta año 2012 en marzo de este año. La misma tiene por objeto normar y fiscalizar el porte, tenencia y posesión de armas y municiones. Se encarga de tipificar y sancionar los hechos ilícitos que se deriven de esta materia para impedir, combatir y erradicar la fabricación y el tráfico ilícito de armas de fuego.

Ésta también creará planes para ejecutar el desarme de las personas naturales y jurídicas para proteger a los ciudadanos.

Algunos de sus artículos rezan la creación de centros de recolección de armas y municiones (art 85.), la inutilización de las armas de fuego recolectadas (art. 86), la asignación de recursos para financiar los canjes, compensaciones e incentivos como parte de las políticas públicas de desarme (art. 87), y la amnistía (art. 88) que explica cómo el Estado, a través de los órganos competentes, otorga la amnistía a quienes entreguen armas voluntariamente.

Cinco inutilizaciones

A propósito de la promulgación de la Ley Desarme en la entidad, el pasado 15 de junio, fueron inutilizadas 17 armas de fuego entregadas voluntariamente por grupos delictivos. También se destruyeron en este mismo marco otras 28 armas incautadas en distintos procedimientos policiales.

Desde la nueva cancha de Guanape, parroquia La Guaira, el gobernador del estado, Jorge Luis García Carneiro, encabezó el acto de promulgación de la Ley junto a la ministra de Deportes, Alejandra Benítez y Pablo Fernández, secretario técnico de la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme.

“En Vargas impulsamos una cultura de paz, y por eso celebramos la puesta en marcha de la Ley Desarme por parte del presidente de la República, Nicolás Maduro, lo que sin duda contribuirá a que avancemos en la lucha contra la violencia y la inseguridad”, saludó Carneiro.

Con este acto, ya son cinco destrucciones de armas para un total de 120 unidades destruidas. Aseguró que vienen trabajando con otros grupos delictivos que han expresado su disposición a desarmarse.

KAROL BELLO/CIUDAD CCS

FOTO MARCOS COLINA