Misión Ribas; 485 nuevos graduandos en Educación Media General Integral (Edo. Vargas)

La Misión Ribas del Estado Vargas sigue cosechando logros en materia educativa, durante el mes de mayo se estará realizando actos de grado en las diferentes parroquias del territorio varguense correspondiente a la 11ma. Promoción. Son 485 los nuevos graduando quienes recibirán el Titulo en “Educación Media General Integral” de la República Bolivariana de Venezuela.

Así lo dio a conocer Josefina García, Coordinadora del Programas Educativos de esta Misión, se estará realizando diferentes  actos grados en las parroquias, se inició este sábado 30 de abril con vencedores(as) egresados de las parroquias Catia La Mar y Urimare, el miércoles 06 de mayo corresponde al urbanismo Hugo Chávez de Playa Grande, quienes por cierto son los primeros en graduarse en esta Misión Educativa desde la fundación del urbanismo, el viernes 06 corresponde a la parroquia Carlos Soublette, el sábado 7 en  Carayaca en la mañana y en la tarde en la Unidad Educativa Panamá las parroquias Maiquetía, La Guaira, Macuto y Caraballeda, para el sábado 14 en la parroquia Naiguatá en la mañana y en la tarde la parroquia Caruao y finalmente el domingo 15 el acto de grado será en la parroquia El Junko. La revolución Bolivariana ha dado educación a todos los sectores en especial a los más desposeídos. Enfatizó.

Asimismo, resaltó que "en esta oportunidad se están graduando los primeros jóvenes con el programa de Ribas Joven en donde además de obtener el título en Educación Media General Integral han aprendido un oficio (Mecánica automotriz). Ribas Joven, fue creado para atender a los jóvenes que por causas diversas desertan del sistema regular de educación. El objetivo del gobierno bolivariano y revolucionario es crear diferentes espacios y programas para que el pueblo en sus diferentes edades y niveles puedan recibir educación. concluyó.

(Opinión): Capitalismo degenerativo

Breve crónica del mayor robo jamás perpetrado. Por Andrés Piqueras

A finales de los años 70 del siglo XX se hizo evidente que la maquinaria de producción capitalista se había estancado de nuevo. La enfermedad crónica del capitalismo se había vuelto a manifestar: la sobre-acumulación de capital. Demasiada concentración tecnológica por unidad de producción, a costa del trabajo humano.

Como quiera que sólo de este último se extrae plusvalía, la consecuencia es una decadencia de la misma y por tanto de la ganancia final que los capitalistas reciben cuando venden las mercancías producidas, diseñadas o servidas por la fuerza de trabajo. Es decir, una generalizada pérdida de rentabilidad de las inversiones capitalistas. Y si hay pérdida de rentabilidad desciende la inversión en la esfera productiva, con lo cual baja también la productividad.

Frente a ello el Capital (en mayúsculas, como capitalista colectivo) emprende un conjunto de dinámicas orientadas a paliar el descenso de la rentabilidad: incremento de la explotación de la fuerza de trabajo; aceleración de los desplazamientos de capital hacia las periferias del Sistema, allí donde había (y hay todavía) más expectativas de rentabilidad, dado que no se ha dado el proceso de sobreacumulación (desplazamientos más posibles porque coinciden con la segunda globalización de la economía capitalista); hay un desplazamiento también técnico-organizativo, hacia nuevas ramas de inversión (sobre todo la "economía inmaterial" o "nueva economía"); y asimismo se da un desplazamiento hacia los circuitos que hasta ese momento eran secundarios en la acumulación de capital (el suelo, la vivienda, las hipotecas), con la consiguiente gestión del territorio de cara a su valorización especulativa (haciendo del conjunto del hábitat una mercancía, lo que lleva emparejada su depredación).