Es realmente increíble, la oligarquía parasitaria y
comerciantes retaron al Gobierno hasta el último instante: arreciaron la guerra
económica hasta un día antes de las elecciones.
El Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso
a los Bienes y Servicios (Indepabis) liderado por Eduardo Samán, realizó nuevas
inspecciones a establecimientos ya supervisados y sancionados.
Y ¡Oh sorpresa! la empresa comercializadora de
electrodomésticos Pablo Electrónica, ubicada en La Candelaria, Caracas, aumentó
de nuevo el precio en sus productos e irónicamente pegó un cartelito:
“Productos adquiridos con dólares de Cadivi”.
Es decepcionante encontrar groseros aumentos en todo tipo
de productos nacionales e importados.
Ha sido un reto hacia el pueblo; contra la autoridad y el
esfuerzo que realiza el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Dicha osadía descubre que independientemente de los
resultados de las elecciones municipales, el hostigamiento imperial no cesará.
El Gobierno del presidente Barack Obama –el imperialismo–
tiene como objetivo estratégico, recuperar su influencia y control en lo que
considera su “patio trasero” y destruir los espacios políticos y económicos
construidos por China, Rusia e Irán en Nuestra América.
Esa estrategia, exige: crear grupos –constelaciones:
Centroamérica, Caribe, Sistema Andino y Cono Sur– de apoyo mutuo (Colombia,
Chile, Panamá, Costa Rica, etc.) y socavar política y económicamente a
Venezuela y sus aliados (países del ALBA, Argentina, etc.).
La guerra económica que impulsa la oligarquía
parasitaria, son parte de la estrategia imperial que busca derrocar al
presidente Nicolás Maduro, destruir el sueño de Hugo Chávez, la utopía del
pueblo.
Pero junto a Nicolás, el pueblo ha dicho: ¡Ya basta, ya!
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