El 10 de diciembre de 1859 quedó demostrada la habilidad
militar del general Ezequiel Zamora, aquel hombre que un día proclamó, “¡Tierra
y hombres libres!”.
Aquella jornada fue parte de la Guerra Federal o también
llamada Guerra Larga, uno de los capítulos más violentos en la historia
venezolana, que enfrentó a los conservadores, la oligarquía gobernante
enriquecida a costillas del pueblo, y los federalistas, quienes deseaban
modificar el orden social para instaurar un sistema promotor de la justicia
social y en el que se abolieran las desigualdades.
La Batalla de Santa Inés, librada en el actual territorio
del estado Barinas, fue una de las más importantes de la Guerra Larga. En este
conflicto, los federalistas estuvieron bajo el mando del general Ezequiel
Zamora y los conservadores fueron comandados por Pedro Estanislao Ramos. Tras
varias horas de combate duro y aguerrido, al final del día 10 de diciembre, el
triunfo recayó en el ejército federal, dejando numerosas bajas en los soldados
manejados por la oligarquía imperante.
EL PLAN BRILLANTE
Corría el año 1859. Eran tiempos en los que pululaba en
la sangre de los campesinos venezolanos un sentimiento de necesidad de cambios
sociales. En noviembre de ese año, las fuerzas de Zamora tomaron rumbo hacia el
estado Barinas, secundados por Crisóstomo Falcón, puesto que eran perseguidos
por el ejército gubernamental de occidente, bajo las órdenes de Pedro Ramos,
quien representaba a la oligarquía a cargo del poder, ocupado por el
conservador Julián Castro.
La concentración de las fuerzas federalistas en tierras
barinesas quedó concluida el 9 de diciembre de ese año. Allí, el general Zamora
tomó una posición defensiva y formuló un plan que consistía en un repliegue
ejecutado por las avanzadas, para atraer al agresor a un área donde sería
destruido mediante un contraataque sorpresivo y contundente.
La idea era que, en este ataque, las fuerzas
conservadoras recibirían las descargas del máximo poder de combate del ejército
federal, según explica una nota publicada en la página web de la emisora YVKE
Radio Mundial.
Zamora organizó un ingenioso sistema de trincheras que
ofrecerían fiera pero pasajera resistencia a los soldados conservadores, a fin
de hacerles creer que tendrían una fácil victoria y conducirlos a una trampa
mortal en Santa Inés.
El plan funcionó. Las tropas del gobierno de Castro
penetraron en el dispositivo y en la medida que avanzaban suponían que los
federales eran vencidos y se adentraban más profundamente en el campo de
batalla preparado por el general de los hombres libres.
Al final de la mañana del 10 de diciembre, después de rebasar numerosas
trincheras y tener una buena cantidad de bajas humanas, se enfrentaron en el
sector denominado El Trapiche, donde comenzó la primera verdadera línea de la
defensa de Zamora.
A partir de este punto, se inició la batalla. Los
conservadores tomaron ese lugar, pero continuaron perdiendo soldados y buena
parte de su fuerza militar. Cuando quisieron avanzar más, sonaron las campanas
en Santa Inés y Zamora exclamó: “Pisaron el peine”, se lee en la sección de
efemérides Tal día como hoy, del diario Vea.
Después de El Trapiche, la tropa de la oligarquía
reinante se encontró con fortificaciones más poderosas cuyos fuegos diezmaron a
sus efectivos. Al sufrir espantosas pérdidas, comprendieron su inexorable
derrota e iniciaron la retirada sobre un montón de cadáveres.
Éste fue el momento en el que Zamora pasó de la defensiva
a la ofensiva. Su ejército se abrió en alas y cargó sobre las huestes de sus
enemigos. Al oscurecer, en la llanura de El Bostero, las tropas revolucionarias
acabaron con los restos de sus contendientes.
Este hecho es de suma importancia porque evidenció una
significativa unión cívico-militar, dado que Zamora puso en práctica el método
guerra de guerrillas, que incluyó a campesinos en su ejército.
NO PUDO CONCRETARSE
La victoria de Santa Inés que Zamora había predicho sería
la “tumba militar de la oligarquía” dio paso a una ofensiva hacia Caracas que
tenía que culminar en febrero de 1860, con la toma de la capital, con el
objetivo, en palabras de su lugar teniente Francisco J. Iriarte, de “terminar
con la oligarquía de opresores y hacer la revolución”.
Antes de poder completar el plan, el general cayó abatido
en San Carlos, actual estado Cojedes, el 10 de enero de 1860. El autor material
de este asesinato fue el sargento G. Morón, pero aún no se conoce con exactitud
quién fue el responsable intelectual, reza el texto difundido en la web de YVKE
Radio Mundial.
Pese a que este hecho ocurrió hace más de 150 años, hoy
día aún simboliza la resistencia contra la oligarquía y la defensa de los
logros obtenidos en un proyecto de sociedad más justa, que trascienda las
fronteras de Venezuela para hacerse continental.
Victoria ratificatoria en el año
2004
El domingo 15 de agosto de 2004 se vivió la segunda
Batalla de Santa Inés en Venezuela. En este caso no se trató de un conflicto
con armas punzantes o de fuego, sino en un proceso electoral que fue bautizado
así por el Líder de la Revolución Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez
Frías.
Aquella jornada dominical marcó un hito en la historia
política y electoral del país, pues fue la primera vez que un Presidente en
ejercicio fue ratificado por su pueblo, con un apoyo popular altísimo, que
representó en cifras casi el 60 por ciento de los electores que participaron.
Ese proceso comicial fue convocado meses antes por la oposición a Chávez.
Venezuela es uno de los pocos países del mundo en cuya
Constitución se contempla la figura del Referéndum Revocatorio, a la mitad del
mandato, de aquellas personas que han sido electas para ocupar cargos de
carácter público.
Contexto de la época
La Guerra de Independencia derivó en la instauración
paulatina de una hegemonía implementada por una oligarquía criolla que
estableció un sistema de dominación, traicionando los ideales políticos y
reivindicativos que enarbolaron Bolívar, Sucre, Miranda y el resto de los
patriotas nacidos en esta Patria.
A esto se suma que la Independencia de España aún dejó
sin resolver desigualdades sociales que se anidaron en la sociedad colonial.
Esto trajo como consecuencia que surgieran movimientos sociales de rebelión
ante las injusticias, después de 1840, como el que dio vida a la posterior
Guerra Federal, se puede leer en una nota histórica publicada en el portal web
del Partido Socialista Unido de Venezuela.
En ese contexto, Zamora se convirtió en el líder al fin
encontrado, para canalizar todo un deseo de igualdad social que surgió durante
el proceso de descomposición de la sociedad colonial. Todo su programa político
de lucha se expresaba en la consigna: “Tierra y hombres libres”.
CIUDAD CCS
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