Alimentos para el Alma

"No es la superficie lo que debemos cambiar, es el hombre, comencemos por nosotros mismos dando ejemplo, de que estamos impregnados de la nueva idea"

Hugo Rafael Chávez Frías

jueves, 9 de mayo de 2013

A 28 años de la siembra de Alí Gómez García en tierra sandinista


09/05/13.-Alí Gómez García fue un revolucionario nacido en la ciudad de Caracas, en la populosa parroquia de La Vega, en 1951. Con grandes sacrificios logra cursar estudios de primaria y secundaria. Posteriormente ingresa a la Escuela de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV) para cursar estudios superiores.

Desde muy joven participa en las luchas sociales que se desarrollaron en esta parroquia combativa que es La Vega, al lado de viejos camaradas del PCV, MIR y del PRV-FALN, así como del sacerdote jesuita Francisco Wuytack.

En la UCV pasa a militar abiertamente dentro de las filas del PRV-FALN (Partido de la Revolución venezolana-Fuerzas Armadas de Liberación Nacional). Por sus actividades en esta organización clandestina, los gobiernos puntofijistas, tanto de Acción Democrática como de COPEI, desencadenaron una persecución y hostigamiento contra él y otros revolucionarios.
Esta situación lo obliga a abandonar sus estudios de medicina en la UCV e incorporarse al Frente Guerrillero José Leonardo Chirinos, que seguía operando en el estado Falcón en 1969. En esta guerrilla permanece por espacio de 4 años.

Ya finalizada la década de los años setenta (1978), se incorpora al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que durante esos años libraba feroces combates junto al pueblo de Nicaragua para derrocar la dictadura del sátrapa Anastasio Somoza García, la cual se había mantenido con la ayuda de los Estados Unidos.

EJÉRCITO POPULAR

Derrocada la dictadura del sátrapa Somoza, el 19 de julio de 1979, y a la llegada del Frente Sandinista al poder, Estados Unidos busca acabar con este proceso revolucionario a través de la organización de mercenarios y antiguos guardias nacionales de la dictadura somocista. Desde sus bases en Honduras, esta contrarevolución, con el apoyo y asesoramiento del imperio del Gobierno norteamericano realizaba asesinatos, incendios de fábricas, escuelas, plantaciones e instalaciones del gobierno sandinista.

Ante esta amenaza de la contrarrevolución al pueblo de Sandino, Alí Gómez García cierra filas con sus camaradas del Ejército Popular Sandinista (EPS) para combatir a estos mercenarios. En esta unidad élite del EPS Pablo Ubeda, este revolucionario venezolano se encontraba en calidad de explosivista. Fue condecorado con la orden militar Marcos Somariba en su primera clase por su arrojo y valentía en el combate contra estos enemigos del pueblo de Nicaragua y de la Revolución Sandinista.

Para abril de 1985, en la presentación de su libro titulado Falsas, maliciosas y escandalosas reflexiones de un ñángara, en la ciudad de la Habana, Cuba, durante el premio Casa de las Américas, declaraba: “Yo soy un joven venezolano, bolivariano, martiano y sandinista, y todos los días me enfrento con la muerte”.

Un mes después, el 8 de mayo de 1985, caía en combate cuando enfrentaba a la contrarrevolución en la frontera de Nicaragua con Honduras, la cual era asesorada, adiestrada y armada por el Gobierno de Estados Unidos a través del teniente coronel Oliver North y los agentes mercenarios cubanos de la CIA, Posada Carriles y Felix Rodríguez. En este revolucionario venezolano está centrada aquella frase del general César Augusto Sandino cuando dijo: “El hombre que de su patria no exige más que un palmo de tierra para su sepultura merece ser oído, y no solo oído, sino ser creído”. ¡Honor y Gloria a Alí Gómez García!

ADOLFO MATA/ESPECIAL CIUDAD CCS

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