Articulo de Opinión: Por: Rafael Rico Ríos
15 de abril del 2013-. A
las 23:16 de la noche, hora venezolana, el Centro Nacional Electoral, CNE, lee
el primer boletín con resultados irreversibles. Con un escrutinio del 99,12%
Nicolás Maduro Moros, gana las elecciones presidenciales de 2013 con un 50,66%
y 7.505.338 votos, frente a un 49,07% y 7.270.403 votos, de Capriles Radonsky.
La noche caraqueña rompe un silencio tenso que parecía interminable con una
avalancha de gritos que hasta el mismísimo Chávez pudo escuchar desde el más
allá.
Son 17 victorias del
Chavismo en 18 procesos electorales a lo largo de 14 años y la primera con la
ausencia de Hugo Chávez. La participación ha sido del 78,71% lo que supone sólo
un 3% menos que las elecciones presidenciales del 7 de octubre. El Chavismo
gana por apenas 300.000 votos, con unos resultados mucho menores que los que
pronosticaban las encuestas y demasiado justos para la estabilidad del país y
la oposición venezolana pide contar todos los votos para reconocer los
resultados.
Esto demuestra que uno de
los más importantes legados de Hugo Chávez haya sido formar un poderoso
movimiento ideológico de izquierdas y romper con el paradigma de la política
venezolana caracterizada por el juego de partidos unidos sólo por un conjunto
de intereses personales sin apenas fondo ideológico.
Esta campaña electoral ha
sido muy corta, apenas 10 días, caracterizada por marchas maratonianas y
exhibiciones de convocatorias por uno y otro bando, donde el debate político ha
estado marcado por las cuestiones sociales. El Chavismo ha conseguido que la
derecha venezolana centre su discurso en los aspectos sociales y que los más
pobres sean los protagonistas de las campañas.
A pesar de esta nueva
orientación social del discurso de la derecha, los medios de comunicación
comerciales han tratado de des-ideologizar la campaña centrando su cobertura
comunicacional en la anécdota y ridiculizando el Chavismo. En algunos casos se
ha caído en la trampa y el Chavismo se ha enredado en el debate de estas
anécdotas difundidas por los medios comerciales, en lugar de analizar la
profundidad del debate de lucha de clases y construcción de una nueva sociedad
más justa.
La sociedad venezolana, con
su Revolución Bolivariana, ha conseguido poner sobre la mesa el debate de las
contradicciones sociales. El votante chavista, que ha mantenido el apoyo al
proceso, ha demostrado que no le importan las anécdotas, ni la imagen, ni las
formas, le importa un compromiso político que ha adquirido en los últimos
tiempos y, muy especialmente, con la muerte de Hugo Chávez.
La campaña electoral ha
estado marcada por la fuerza del lema: Chávez te lo juro. Un lema que va más
allá del “Chávez, lo juro, mi voto es pa' Maduro”, como se ha cantado y coreado
una y otra vez durante toda la campaña. Chávez te lo juro nace de un
sentimiento popular aparecido los días posteriores a la muerte de Hugo Chávez.
Se trata de un fuerte compromiso político interiorizado por miles de
venezolanos y venezolanas que se fue fraguando los días después de la muerte de
Chávez y que le da una nueva dimensión a este proceso.
La derecha derrotada, que
una vez más ve cómo los inmensos recursos energéticos de la primera reserva
mundial de petróleo se escapan de su control por apenas 300.000 votos, no
acepta los resultados y trata de denunciar un fraude electoral.
¿Es
posible que haya habido fraude?
La otra cara de la campaña
ha estado marcada por el fantasma del no reconocer los resultados electorales
por parte de la oposición venezolana y la crítica al sistema electoral en caso
de un resultado ajustado como el que finalmente se ha dado.
Sin embargo, el sistema
electoral venezolano ha sido observado, auditado y analizado por expertos
internacionales que han reconocido su fiabilidad, transparencia y confianza. El
ex presidente de EEUU, Jimmy Carter, que a través del Centro Carter ha actuado
como observador internacional en distintos procesos electorales de todo el
mundo incluido el venezolano, dijo de este sistema electoral: "De las 92
elecciones que hemos monitoreado, yo diría que el proceso electoral en
Venezuela es el mejor del mundo”
Venezuela posee un sistema
de votación totalmente automatizado desde el año 2004. Utiliza un sistema con
16 auditorías, en todas las fases del proceso electoral que son acordadas y
aprobadas por todos los partidos políticos participantes.
El
autor es de nacionalidad española, Ingeniero de Telecomunicación, es
colaborador habitual en medios alternativos y miembro de Rebelión. Actualmente
vive en Venezuela.
Extraído: http://www.radiomundial.com.ve
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