Las
nuevas licencias en la India que permiten a las empresa farmacéuticas que
puedan usar las mismas fórmulas para crear medicamentos para el tratamiento del
cáncer, VIH y diabetes, sin necesidad del permiso de las patentes, generó
molestias a la directiva de la transnacional alemana Bayer. “Nosotros no
desarrollamos este medicamento para los indios, lo hemos desarrollado para los
pacientes occidentales que pueden permitírselo”, así se sinceró el consejero
delegado de Bayer, Marijn Dekkers, en una entrevista concedida a la revista
semanal Bloomberg Business Week, reseña el portal RT.
Dekkers
apeló a favor de la propiedad de las patentes farmacéuticas, pues si todas las
empresas tienen libertad de hacer un medicamento, repercutirá negativamente en
el crecimiento económico de la empresa que representa, y en consecuencia
favorecería a los fabricantes locales que producen genéricos a un precio más
barato y asequible para toda la población.
QUIEREN AMPLIAR MEDIDA
El
Gobierno indio planea ampliar la norma a 20 medicamentos más. La medida tiene
como objeto ejercer presión sobre los fabricantes de patentes para que estos
bajen los precios y sean competitivos con los genéricos.
De
este modo la India conseguiría satisfacer las necesidades de sus ciudadanos más
pobres. En un país con 1.200 millones de habitantes, 65 millones padecen
diabetes y 2,1 millones son portadores del VIH.
COSTOS MÁS BAJOS
La
empresa Natco Pharma fue la primera empresa nacional en obtener una de estas
licencias de la oficina de patentes de la India.
Gracias
a la medida se elaboró el genérico del Nexavar, un anticancerígeno de Bayer que
cuesta 97% menos que el original.
En
2013, Bayer decidió recurrir el caso y en la actualidad se encuentra en manos
del Tribunal Superior de Bombay. Pero para el consejero delegado de Bayer,
estas licencias son “esencialmente un robo” a la empresa.
MAFIA FARMACÉUTICA
Las
declaraciones de Dekker despertaron el descontento de una parte del gremio
médico mundial que apoya el uso de genéricos.
El
premio Nobel de Química de 2009, Thomas Steitz, afirmó en 2011 que las
farmacéuticas no invierten en antibióticos que curen definitivamente, ya que
“su negocio son los preparados que se toman toda la vida”.
Igualmente,
para el Premio Nobel de Medicina Richard J. Roberts, la industria farmacéutica
invierte en medicamentos cronificadores porque son más rentables y bloquea
aquellos que representan una verdadera curación, como ocurre con el dicloro
acetato, sustancia sin patente con la que investigadores canadienses logran
curar el cáncer. Esta resulta más barata que los medicamentos utilizados para
combatirlo, según portales web, el químico no ha recibido apoyo ni divulgación.
KARLHA
VELÁSQUEZ RIVAS/ CIUDAD CCS
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