14/08/13.- Un montón de sonidos de cuatro se escuchaban
de forma desordenada justo en la entrada de la Casa de las Primeras Letras
Simón Rodríguez, ubicada en la avenida Urdaneta, entre las esquinas Veroes y
Jesuitas de la parroquia Altagracia.
En la sala de estar de este lugar
recuperado por el Gobierno Bolivariano para el disfrute de la historia y la
cultura, se encontraban sentados jóvenes y adultos mayores, quienes estaban en
plena práctica de la lección que les dio en la clase anterior el profesor Julio
Rondón, encargado de dictar los talleres de Iniciación de Cuatro desde
principio de este mes.
Antes de que llegara el
instructor, los alumnos ingresaron al salón y se dispusieron en sus asientos,
otros se quedaron de pie, puesto que la cantidad de personas que asisten al
curso supera las expectativas.
Aunque va dirigido a jóvenes y
adultos también hicieron excepciones con algunos niños para que tuvieran la
oportunidad de recibir estos conocimientos.
Una vez que el profesor ingresó
al salón los presentes aplaudieron, algunos expresaron “¡llegó el hombre!”, y
otros seguían con su ensayo. “Vamos a parar la práctica. Al finalizar los voy a
escuchar uno por uno”, dijo el cuatrista.
De esta manera, Rondón inició la
primera parte de la clase con la explicación de la rítmica, donde enfatizó en
que tienen que ensayar el movimiento básico siguiendo las flechitas que dibujó
en la pizarra de acrílico, “abajo, arriba, abajo, arriba”.
En la pizarra también le dibujó
la negra, y les aclaró que esta nota musical es la de menor duración. Así les
enseñó a medir los tiempos de los distintos ritmos y los invitó a comparar con
palmadas los compases entre el vals y el pasaje.
“Hay gente que de verdad está
interesada en aprender a tocar el instrumento. El cuatro siempre fue el
instrumento nacional. Muchos hacedores de la música que comenzaron con el
cuatro no se pueden obviar. Uno tiene que buscar siempre los orígenes de este
instrumento que ha desarrollado otras técnicas más complejas en géneros y en
formas musicales nuevas”, dijo Rondón.
Entre el cambur pintón, el
charrasqueo y la melodía de Linda Barinas, uno de los presentes dibujaba un
cuatro con las medidas exactas que llevaría su pieza, para entregárselo al
hacedor de instrumentos musicales, Alexis Mosquera, quien también recibe clases
en el taller. “Yo hago los instrumentos y siempre es bueno que uno sepa tocar
un poquito de cada cosa, por eso vengo acá”, le comentó a las demás personas
que le preguntaban sobre sus creaciones.
“La experiencia es mágica,
didáctica, de entendimiento de la música, de poder cultivar el espíritu en un
espacio donde nunca habíamos tenido la oportunidad”, expresó Eloy Reverón, uno
de los aprendices.
Por su parte, la abuela Elisa
Romero destacó esta oportunidad como algo “muy lindo, yo digo que gracias a
nuestro Comandante Hugo Chávez Frías. Él fue quien nos dejó esto. Aquí no hay
discriminación de edad, el profesor tiene mucha paciencia con nosotros”.
Finalmente, Rondón apuntó que el
curso estará abierto hasta diciembre. Las personas interesadas pueden acercarse
en la primera semana de septiembre para los nuevos cupos que se abrirán, ya que
son limitados. Actualmente, un total de 60 personas se dividen en dos grupos
para recibir clases los martes y jueves de 2:00 pm a 4:00 pm.
CRISTAL COLMENARES/ CIUDAD CCS
FOTO AMÉRICO MORILLO
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