ANÁLISIS
13/06/13.- El 13 de junio de 1953, hace 60 años, fueron
ejecutados en la silla eléctrica los esposos comunistas norteamericanos Julius
y Ethel Rosenberg, acusados de pasar secretos militares a la Unión Soviética.
A quienes pretendan
justificar este crimen de Estado por la “guerra fría” de entonces les diremos:
los EEUU de Norteamérica nunca han sido una democracia ni en su política
interna ni externa. Ha sido un régimen burgués reaccionario tempranamente
convertido al capitalismo imperialista que ha liquidado de todas las maneras
posibles las formas de oposición capaces de derribar del poder a la ambiciosa
oligarquía. Se ha recubierto con los ropajes de los derechos humanos, la
libertad de expresión, las libertades civiles y políticas únicamente para
mejor consolidar su poder y servir de válvula de escape a las innumerables
tensiones sociales que su sistema injusto provoca a cada paso.
EXPANSIÓN
TERRITORIAL
Si los pueblos
aborígenes hacían frente a la expansión territorial gringa simplemente se les
masacraba y a los supervivientes se les metía en reservas. Si los obreros de
sus plantaciones se levantaban, se les colgaba. Si los obreros de sus fábricas
reclamaban condiciones menos brutales de trabajo, se les quemaba vivos. Si
surgían organizaciones sindicales o políticas que cuestionaban el sistema, se
encarcelaba a sus dirigentes, se les despedía, forzaba al exilio o asesinaba.
Si políticos del propio sistema se vuelven molestos se les mete dos balas en la
cabeza. Si activistas en cualquier parte del mundo se convierten en algún tipo
de peligro u obstáculo, se les secuestra e interna en la red secreta de
cárceles de las que dispone la CIA por orden de Bush y ratificada por Obama.
¿Este es el país de los
derechos humanos o un feroz régimen explotador que tiene en la violencia su
herramienta preferida para perpetuarse? ¿o es extraño que el Día
Internacional de los Trabajadores y el Día Internacional de la Mujer
Trabajadora conmemoren sendas masacres de proletarios en ese país?
MÁRTIRES
DE LA CLASE OBRERA
Los esposos Rosenberg
son mártires de la clase obrera, de los pueblos y del comunismo norteamericano,
pero no son los únicos. También asesinaron al líder revolucionario Malcolm X en
1965; a 40 miembros del Partido de los Panteras Negras; al líder negro Martin
Luther King en 1968 y al propio presidente del país John F. Kennedy en 1963;
encarcelaron a la comunista Ángela Davis en 1972; de 1973 a 1975, 69
activistas del Movimiento Indio Americano (MIA) asesinados en Pine Rigde; el dirigente
del MIA, Leonard Peltier, encarcelado desde 1976 por dos condenas injustas; el
cantante comunista Paul Robeson acosado y envenenado en 1976; el ex pantera
negra Mumia Abu Jamal condenado a muerte desde hace 30 años, entre otros.
Tras la Segunda Guerra
Mundial el gran capital decidió destruir el Partido Comunista de Estados
Unidos (CPUSA) que se reforzaba. En las elecciones municipales de Nueva York,
por ejemplo, de 1945 obtuvo el 9% de los sufragios y 2 concejales de un total
de 23. La represión comenzó en 1948 cuando 10 dirigentes fueron condenados a 5
años de cárcel por “conspiración” y a sus abogados por “ultraje” a la Corte.
El senador fascista
McCarthy desató una “caza de brujas” contra los intelectuales y artistas de
izquierda del mundo cinematográfico. Comunistas como los guionistas de cine
Paul Jarrico y Howard Fast, el director Dalton Trumbo v el escritor Dashiell
Hammet fueron encarcelados, Bertolt Brecht y Charles Chaplin debieron huir de
los Estados Unidos. Ahí nació Hollywood como fábrica de películas imbéciles
que obligan a no pensar y a soñar en “superhéroes”. En 1950 el CPUSA tenía 31
mil afiliados, pero para 1956 solamente unos pocos miles, todos espiados
estrechamente por el FBI.
¿Es esto una
democracia?
Ciudad CCS
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