Hace
un año y medio, mi madre, Yolanda Efigenia Arvelo del Toro, eleva su
espíritu. Sus restos, fueron cremados y decidimos expandir sus cenizas
en nuestro Guaraira-Repano. En una mañana soleada, nos dirigimos al
lugar estipulado, al llegar se bajaron familiares y sigo manejando para
dar la vuelta más arriba y veo que viene bajando por la carretera una
hermosa mariposa azul, se los juro por mis nietos, al verla pensé en mi
madre. Doy la vuelta para dirigirme al
sitio de concentración y allí seguía volando la mariposa delante
del carro. Llegando al lugar, la mariposa siguió su rumbo hacia la
montaña, me estaciono y hago el comentario de lo visto, de inmediato mi
hermana Solange con expresión de sorpresa y altamente emocionada, me
pregunta si eran verdad mis palabras y le digo que sí, que había visto
una mariposa azul; Solange nos dijo, anoche en mis oraciones, le pedí a
San Miguel Arcángel que mi madre se hiciese presente en forma de
mariposa azul.
Yo
creo en lo que vio y oyó Nicolás Maduro. Nacemos con un alto grado de
pureza, producto del Milagro de la Vida, y es la herencia, las
circunstancias y nuestra actitud lo que mueve la balanza hacia el bien o
hacia el mal.
Incrédulos,
analicen este mensaje, para cuando les llegue el último segundo
terrenal, tengan la posibilidad de trascender como libres pájaros o
mariposas.
Fuente: CiudadCCS-Felipe Lebrún Arvelo
Sección:
VOCES DIGITALES
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