El
líder histórico de la Revolución cubana denuncia el genocidio que se está
cometiendo contra el pueblo palestino y alerta que una nueva y repugnante forma
de fascismo está surgiendo con notable fuerza en este momento de la historia
humana
Granma
5 de Agosto del 2014 5:43:12 CDT
De
nuevo ruego a Granma no emplear espacio de primera plana para estas líneas,
relativamente breves, sobre el genocidio que se está cometiendo con los
palestinos.
Las
escribo con rapidez solo para dejar constancia de lo que se requiere meditar
profundamente.
Pienso
que una nueva y repugnante forma de fascismo está surgiendo con notable fuerza
en este momento de la historia humana, en el que más de siete mil millones de
habitantes se esfuerzan por la propia supervivencia.
Ninguna
de estas circunstancias tiene que ver con la creación del imperio romano hace
alrededor de 2400 años o con el imperio norteamericano que en esta región del
mundo, hace apenas 200 años, fue descrito por Simón Bolívar cuando exclamó que:
“… Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de
miserias en nombre de la Libertad”.
Inglaterra
fue la primera real potencia colonial que utilizó sus dominios sobre gran parte
de África, Medio Oriente, Asia, Australia, Norteamérica, y muchas de las islas
antillanas, en la primera mitad del siglo XX.
No
hablaré en esta ocasión de las guerras y los crímenes cometidos por el imperio
de Estados Unidos a lo largo de más de cien años, sino solo dejar constancia que
quiso hacer con Cuba, lo que ha hecho con otros muchos países en el mundo y
solo sirvió para probar que “una idea justa desde el fondo de una cueva puede
más que un ejército”.
La
historia es mucho más complicada que todo lo dicho, pero es así, a grandes
rasgos, como la conocieron los habitantes de Palestina y es lógico igualmente
que en los medios modernos de comunicación se reflejen las noticias que
diariamente llegan, así ha ocurrido con la bochornosa y criminal guerra de la
Franja de Gaza, un pedazo de tierra donde vive la población de lo que ha
quedado de Palestina independiente, hasta hace apenas medio siglo.
La
agencia francesa AFP informó el 2 de agosto: “La guerra entre el movimiento
islamista palestino Hamas e Israel ha causado la muerte de cerca de 1.800
palestinos […] la destrucción de miles de viviendas y la ruina de una economía
ya de por sí debilitada”, aunque no señale, desde luego, quien inicio la
terrible guerra.
Después
añade: “… el sábado a mediodía la ofensiva israelí había matado a 1.712
palestinos y herido a 8.900. Naciones Unidas pudo verificar la identidad de
1.117 muertos, en su mayoría civiles […] UNICEF contabilizó al menos 296
menores muertos”.
“Naciones
Unidas estimó […] (unas 58.900 personas) sin casa en la Franja de Gaza”.
“Diez
de los 32 hospitales cerraron y otros once resultaron afectados”.
“Este
enclave palestino de 362 Km² no dispone tampoco de las infraestructuras
necesarias para los 1,8 millones de habitantes, sobre todo en términos de
distribución de electricidad y de agua.
“Según
el FMI, la tasa de desempleo sobrepasa el 40% en la Franja de Gaza, territorio
sometido desde 2006 a un bloqueo israelí. En 2000, el desempleo afectaba al 20%
y a un 30% en 2011. Más del 70% de la población depende de la ayuda humanitaria
en tiempos normales, según Gisha”.
El
gobierno de Israel declara una tregua humanitaria en Gaza a las 07:00 GMT de
este lunes, sin embargo, a las pocas horas rompió la tregua al atacar una casa
en la que 30 personas en su mayoría, mujeres y niños, fueron heridos y entre
ellos una niña de ocho años que murió.
En
la madrugada de ese mismo día, 10 palestinos murieron como consecuencia de los
ataques israelitas en toda la Franja y ya ascendió a casi 2000 el número de
palestinos asesinados.
A
tal punto llegó la matanza, que “el ministro de Asuntos Exteriores de Francia,
Laurent Fabius, ha anunciado este lunes que el derecho de Israel a la seguridad
no justifica la ‘masacre de civiles’ que está perpetrando”.
El
genocidio de los nazis contra los judíos cosechó el odio de todos los pueblos
de la tierra. ¿Por qué cree el gobierno de ese país que el mundo será
insensible a este macabro genocidio que hoy se está cometiendo contra el pueblo
palestino? ¿Acaso se espera que ignore cuánto hay de complicidad por parte del
imperio norteamericano en esta desvergonzada masacre?
La
especie humana vive una etapa sin precedente en la historia. Un choque de
aviones militares o naves de guerras que se vigilan estrechamente u otros
hechos similares, pueden desatar una contienda con el empleo de las
sofisticadas armas modernas que se convertiría en la última aventura del
conocido Homo sapiens.
Hay
hechos que reflejan la incapacidad casi total de Estados Unidos para enfrentar
los problemas actuales del mundo. Puede afirmarse que no hay gobierno en ese
país, ni el Senado, ni el Congreso, la CIA o el Pentágono quienes determinarán
el desenlace final. Es triste realmente que ello ocurra cuando los peligros son
mayores, pero también las posibilidades de seguir adelante.
Cuando
la Gran Guerra Patria los ciudadanos rusos defendieron su país como espartanos;
subestimarlos fue el peor error de los Estados Unidos y Europa. Sus aliados más
cercanos, los chinos, que como los rusos obtuvieron su victoria a partir de los
mismos principios, constituyen hoy la fuerza económica más dinámica de la
tierra. Los países quieren yuanes y no dólares para adquirir bienes y tecnologías
e incrementar su comercio.
Nuevas
e imprescindibles fuerzas han surgido. Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica,
cuyos vínculos con América Latina, la mayoría de los países del Caribe y
África, que luchan por el desarrollo, constituyen la fuerza que en nuestra
época están dispuestos a colaborar con el resto de los países del mundo sin
excluir a Estados Unidos, Europa, Japón.
Culpar
a la Federación Rusa de la destrucción en pleno vuelo del avión de Malasia es
de un simplismo anonadante. Ni Vladímir Putin, ni Serguéi Lavrov, ministro de
Relaciones Exteriores de Rusia, ni los demás dirigentes de ese Gobierno harían
jamás semejante disparate.
Veintiseis
millones de rusos murieron en la defensa de la Patria contra el nazismo. Los
combatientes chinos, hombres y mujeres, hijos de un pueblo de milenaria
cultura, son personas de inteligencia privilegiada y espíritu de lucha
invencible, y Xi Jinping es uno de los líderes revolucionarios más firme y
capaz que he conocido en mi vida.
Fidel
Castro Ruz
Agosto
4 de 2014
10
y 45 p.m.
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