Tras la primera de muchas victorias del
comandante Hugo Chávez, el pueblo venezolano se apropió del Poder
Constituyente, impulsado por el líder de la Revolución Bolivariana en su afán
de recuperar la lucha emancipadora del Libertador Simón Bolívar, mediante la
creación colectiva de una nueva Constitución Nacional -adaptada a los nuevos
tiempos-, herramienta fundamental para la construcción de la verdadera Patria,
la que nos incluye a todos y todas
El domingo 25 de abril de 1999, en un hecho
histórico, el pueblo venezolano fue consultado, vía referéndum, sí aceptaba o
no convocar a una Asamblea Nacional Constituyente "con el propósito de
transformar el Estado y crear un nuevo ordenamiento jurídico que permita el
funcionamiento de una Democracia Social y Participativa", 87,75% respondió
que Sí, y el camino del Poder Constituyente continuó abriéndose con el empuje
de la creciente participación de los venezolanos decididos a ser protagonistas
y constructores de su propia historia.
Ese
mismo día, en la consulta 81,74% de los votantes manifestaron también estar de
acuerdo con "las bases propuestas por el Ejecutivo Nacional para la
Convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente", difundidas en Gaceta
Oficial un mes antes.
Así
como a Bolívar no le faltaban enemigos, esta vez no faltaron quienes se negaran
a consultar al pueblo. Pocos meses antes del referéndum, el 17 de diciembre de
1998, la derecha introdujo un recurso de interpretación ante la Sala
Político-Administrativa de la Corte Suprema de Justicia sobre la legalidad de
esta consulta popular.
El
19 de enero de 1999, la Corte Suprema de Justicia declaró que sí era posible
consultarle al pueblo venezolano, como Poder Constituyente Originario. La
derecha perdió la jugada, pero con el pasar del tiempo sus ataques no cesarían
y sus derrotas tampoco.
Juramento cumplido
"Juro delante de Dios, juro delante
de la Patria, juro delante de mi pueblo que sobre esta moribunda Constitución
impulsaré las transformaciones democráticas necesarias para que la República
nueva tenga una Carta Magna adecuada a los nuevos tiempos. Lo juro", sentenció Chávez, el 2 de febrero de 1999, en su
juramentación como Jefe de Estado ante la Constitución de 1961, tras ganar los
comicios celebrados el 6 de diciembre de 1998. Comenzaba una era llena de
cambios en Venezuela.
Con
el respaldo legal de la Corte Suprema de Justicia, el mismo día que fue
juramentado, Chávez dicta su Decreto Presidencial número 3, en el que convoca a
la consulta popular para convocar la Asamblea Nacional Constituyente.
Una
vez aprobada la Constituyente el 25 de abril, más tarde, específicamente el 25
de julio, el pueblo fue consultado nuevamente para elegir a los miembros de la
esa Asamblea, de 131 asambleístas elegidos 126 fueron miembros del Polo
Patriótico. A partir de allí se comienza a redactar el nuevo texto
constitucional, debatido en todo el territorio nacional.
Al
ser ratificado como Jefe de Estado por la Asamblea Nacional Constituyente, el
11 de agosto, Chávez recordó sus palabras del 2 de febrero y enfatizó que fue
"un juramento para dedicarle todo el esfuerzo en la construcción del
camino constituyente", con el cual se inició la construcción de la
República Bolivariana y el proceso que desembocaría en una revolución que,
mediante el impulso del socialismo del siglo XXI, redujo la pobreza general de
un 49% a 27,4%, entre otros significativos logros en materia social y
económica, que le han otorgado a Venezuela reconocimiento internacional de
organismos como la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Aquel
11 de agosto Chávez explicó que la nueva Constitución fue la idea central del
Movimiento V República (MVR) que impulsó su candidatura para ir al campo de la
batalla electoral y ser instrumento colectivo "para hacer posible la
construcción del camino constituyente".
"Sólo para eso fuimos a las
elecciones de 1998, creo que esa fase está cumplida", dijo 200 días después de haber asumido la presidencia,
con la cual comenzarían 14 años de Gobierno Bolivariano, en el que se han 19
procesos electorales de distinta índole.
"Fui en esta etapa de 200 días,
desde el 2 de febrero hasta hoy, un presidente encargado de muchas cosas pero
esencialmente orientando el pensamiento y la acción hacia la catalización,
hacia la dinamización, del proceso revolucionario pacífico constituyente", añadió el Mandatario, quien insistió que más que un
cambio de leyes e instituciones se trataba de un cambio de tiempo.
Aun
cuando fueron minoría, no faltaron los sectores detractores, como alta
jerarquía de la iglesia católica y la cúpula burguesa empresarial de Fedecámaras,
quienes se negaran a dejar atrás la IV República llena de injusticia y
exclusión de las grandes mayorías.
Después
de meses de arduo debate democrático y libre, en el que no faltaron las
mentiras y ataques de la derecha, el 15 de diciembre de 1999 quedaría plasmado
en la historia venezolana como un hito de la democracia, al ser aprobado el
nuevo texto constitucional por 3.301.475 de votos, es decir una mayoría
traducida en 71,78%.
La
nueva Carta Magna entró en vigencia el 30 de diciembre de ese mismo año.
Venezuela abría el siglo XXI enrumbada hacia un nuevo tiempo, como diría
Chávez, de batallas por la construcción del socialismo bolivariano, hecho con
los poderes creadores del pueblo.
Por
Agencia Venezolana de Noticias
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