21/06/13.- “Uno distrae la
mente porque no estás pensando en la enfermedad. Después que uno empieza a
tocar se le quita todo”, expresó el joven Ramir Enez mientras sostenía en sus
manos las maracas que antes había tocado para celebrar el primer año del
Programa Hospitalario Alma Llanera, en los espacios del Área de Oncología del
Hospital J. M. de Los Ríos, ubicado en San Bernardino.
Como Enez, oriundo de
Margarita, muchos niños y adolescentes llegan al hospital desde todos los
rincones del país para recibir tratamiento contra el cáncer. Lo que muchas
personas no saben es que la música es uno de los aliados fundamentales en su
recuperación.
Desde hace un año, cuatro
días a la semana, en las mañanas y tardes, profesores del Sistema Nacional de
Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela toman las áreas del
hospital para enseñarlos a tocar los instrumentos. El cuatro, las maracas, el
violín y la flauta dulce tienen su lugar en las habitaciones donde reciben el
tratamiento los más pequeños.
Las melodías de la música
venezolana, el colorido de los globos que adornaron el espacio y los aplausos
de madres, padres, enfermeras y doctores, dibujaron una sonrisa en el rostro de
los pacientes. “Estoy muy contenta”, dijo Yurianlys Campos de siete años
mientras disfrutaba de las interpretaciones.
El pequeño Leandro estaba
sentado en las piernas de su padre José Vicente Vanezca, quien tiene otro hijo
que es parte de la Orquesta Sinfónica y ahora Leandro recibe las visitas de los
profesores mientras cumple con las quimioterapias que requiere su tratamiento.
La familia viaja desde Valle de la Pascua, estado Guárico, para que el niño sea
atendido en el hospital.
“Fue muy emotivo para los
niños que están recibiendo tratamiento. Es una actividad muy buena para que
ellos se motiven”, comentó Vanezca.
NOTAS
PARA LA VIDA
Diversión, aprendizaje y
vida. Esas son las palabras que pronuncian tanto Enez como los demás niños y
adolescentes que reciben el beneficio del programa. “Empecé con el cuatro, pero
por un problema con el brazo ahora toco las maracas. Nos divertimos tocando y
echando broma con los instrumentos. Me gusta la música venezolana y por eso
estamos aquí”, relató el margariteño.
El Programa Hospitalario
Alma Llanera nació por iniciativa del profesor en varios núcleos del Sistema y
director musical, Marlon Franco, quien explicó que en las tardes atienden más
que todo a los muchachos que están en hospitalización y cuando no pueden salir
los visitan en sus habitaciones. Además, en el Hospital Cardiológico Infantil
también disfrutan de esta iniciativa musical.
“Es un programa único en su
especie porque hemos visto que a través de esto se recuperan más rápido.
Eliminan sus niveles de estrés mientras están aquí con sus tratamientos de
oncología que son muy fuertes. Las madres nos comentan que en otros períodos se
tumbaban y tenían que hospitalizarlos, y desde que están tocando los
instrumentos es diferente”, señaló Franco.
Por su parte, el subdirector
del Centro de Acción Social por la Música, Leonardo Méndez, recordó que después
de la reunión que tuvo el presidente Nicolás Maduro con el maestro José Antonio
Abreu hacia la ampliación del millón de integrantes del Sistema, empezaron un
nuevo proceso y se está creando una unidad social a escala nacional para este tipo
de programas hospitalarios.
Agregó que han encontrado
niños muy talentosos y “es increíble como a través de la música se animan y, además,
se han integrado los doctores y enfermeras, quienes también aprenden y tocan
los instrumentos”.
Asimismo, los niños
recibieron juguetes que les obsequiaron los organizadores de la actividad. “Me
gusta la música venezolana aunque yo toco nada más güira. Aquí siempre hay
música”, dijo Estefany Maita, de seis años, quien ya está curada del cáncer que
tenía, según informó su mamá Rosmelys Díaz.
Antes de terminar la
presentación Rayfer Ruiz deleitó a los asistentes con su ejecución del violín.
“Es una experiencia muy bonita. La música me hace sentir bien y los profesores
nos visitan todas las semanas”, dijo el joven.
MARIAN MARTÍNEZ/ CIUDAD CCS
FOTOS CORTESÍA FUNDAMUSICAL
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