Hoy estaría de cumpleaños...
Carlos Miguel Escarrá Malavé, profundamente militante de la sensibilidad social, hizo de su vida, de 54 años, una práctica que le convierte en político, en abogado, en profesor universitario, en magistrado, en diputado de la Venezuela que se refundaba a partir de 1999, en dirigente de la Revolución Bolivariana y en un intenso Revolucionario.
Nació el 26 de noviembre de 1957, en Caracas, se incorporó a las filas del Partido Comunista de Venezuela, PCV, cuando apenas tenía 13 años, organización a la que perteneció por un cuarto de siglo.
Quien hoy cumpliría 56 años tuvo la ocurrencia, el 20 de diciembre de 2006, de darle vida a Venezuela, como ser pensante, al dirigirle una carta al Niño Jesús, en la que esa Venezuela le pedía, paz en sus fronteras, “amor entre todos los hombres libres que me recorren a diario, justicia para lograr la felicidad social”.
La Venezuela que Escarrá le dio el don de la palabra y de las escritura le pedía al niño redentor por todos los hijos, “porque soy tan ancha que todos caben en mí; quiero pedirte por todos los sueños y las ideas, por el sentimiento y por el amor, porque soy tan intensa que tan sólo me entrego cuando amo infinitamente”.
Su práctica política se sostuvo en una línea en la que también convivía su actividad académica, desde su formación como abogado, mención cum laude en la Universidad Católica Andrés Bello, Magister en Derecho Administrativo e Historia, en la Universidad Central de Venezuela y politólogo egresado de la Casa que vence las sombras.
Desarrolló la carrera de docente impartiendo diversas cátedras de Derecho en diversas universidades nacionales.
Su formación como constitucionalista le convirtió en carta fundamental de la Asamblea Nacional Constituyente de 1999.
Durante su trayectoria como abogado fue miembro de la Comisión Presidencial, promotor de los consejos comunales, miembro para la Reforma Constitucional, viceprocurador de la Procuraduría General de la República en 1999, magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, así como docente en distintas cátedras de Derecho de la UCAB y UCV.
Resultó electo diputado, en el 2005, al Parlamento unicameral de la Venezuela inspirada en la obra y acción del Comandante Hugo Chávez, compartiendo e imprimiendo episodios intensos en los debates de plenarias y comisiones.
En el 2011, es nuevamente postulado, por el estado Aragua a la Asamblea, resultando electo; sin embargo para fines de agosto del 2011, la propia AN le designa Procurador General de la República, a solicitud del líder de la Revolución Bolivariana.
A sólo cinco meses de haber asumido el cargo de abogado de la República, le sorprende la muerte, el 25 de enero de 2012, a causa de un ataque al corazón.
Cuando la Constitución Nacional cumplió doce años, en diciembre de 2011, el Procurador General de la República, en un acto de celebración reafirmó su convicción del camino exitoso que tomó la sociedad venezolana, a partir de 1999.
“Es ese Estado social y democrático de derecho y justicia en el que estamos comprometidos, por supuesto bajo la dirección de nuestro líder, nuestro comandante Hugo Chávez Frías. ¡Viva Chávez!”, dijo entonces.
Fernando Soto Rojas, ex presidente de la AN aseguró en ocasión de cumplirse el primer año de muerto de Carlos Escarrá, que este era uno los venezolanos con mayor conocimiento de la Carta Magna, a la que defendía con irreverencia y mucha conciencia.
"Cuando se presentan los debates recuerdo la figura de Escarrá, quien con esa pasión, con esa cultura, argumentaba ante una oposición pobre en muchos aspectos", precisaba entonces Soto.
En capilla ardiente, en la Asamblea Nacional, el Presidente Chávez dijo que había que seguir el camino, la senda señalada por el abogado de la revolución.
“Estas manos de soldado, el Pueblo, han tenido el honor de colocarte esa condecoración. La orden de los Libertadores y Libertadoras de Venezuela porque tí (Carlos Escarrá) te sumas a esa legión: Eres uno de los Libertadores de Venezuela”, expresó esa ocasión.
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